Artículo publicado en la revista RES MOBILIS, Revista internacional de investigación en mobiliario y objetos decorativos, Vol 4, Nº 4, Marzo de 2015. Universidad de Oviedo.
En el mundo del Arte el concepto de límite nos habla de encuentro, de
final de material, de definición de forma. Cuando se trata de analizar la obra
de un arquitecto y, más concretamente, el mobiliario por él proyectado o
realizado, en ocasiones cuesta definir
ese punto en el que el mueble deja de ser tal para convertirse en arquitectura.
Esta situación se da sobre todo en aquellos realizados para un lugar concreto,
que aún manteniendo su condición de objeto mueble, su funcionalidad se
encuentra ligada a un espacio determinado. Éste será el objetivo principal de
este artículo, analizar lo que significa desde el punto de vista arquitectónico
el diseño y construcción de un mueble para un lugar, lo que ello genera en
cuanto a circulaciones, tensiones y valoraciones espaciales, así como
determinar cómo se construyó, sus materiales, formas y colores. También se
realizará una breve reflexión sobre el resto de mobiliario que el arquitecto utilizó
en sus obras.
José Gómez del Collado[i] (Cangas
del Narcea, 1910- Cangas del Narcea, 1995) no es un arquitecto fácil de
encuadrar. Habiendo realizado una obra singular que bebe tanto del
funcionalismo que preconizaba Le Corbusier[ii] como
del campo de la plástica, es poco conocido fuera de su lugar de nacimiento,
donde realizó la mayor parte de su obra. Se han publicado recientemente varias
publicaciones que han enmendado esta situación, dando a conocer y valorando positivamente
la obra del arquitecto. Comenzó estudios de ingeniería en Deusto, aunque pronto
algunos de sus profesores le recomendaron que orientase sus pasos hacia el
mundo de la arquitectura, algo que hizo, pasando a preparar el ingreso en la Escuela de Madrid. Estando
realizando el curso complementario de ingreso le sorprendió la guerra civil en
el año 1936, siendo movilizado dentro del ejército republicano e interviniendo
activamente en la misma como miembro de la brigada “Stajanov”[iii], trabajando
en la reparación de puentes y vías de comunicación. Después de la terminación
del conflicto bélico y tras una breve estancia en Italia[iv] que
permitió distanciarse de sus años de servicio en el ejército republicano,
termina sus estudios en el año 1943, siendo expedido su título de arquitecto en
el año 1947. En este tiempo simultanea sus estudios con el trabajo en la Dirección General
de Regiones Devastadas y Reparaciones[v],
siendo el responsable de organizar en junio de 1940 la gran Exposición de la Reconstrucción en
España[vi],
realizada en la Biblioteca Nacional
y donde el Régimen del General Franco presentaba las obras[vii] a
realizar en aquellos pueblos y ciudades donde la guerra había sido
especialmente dura[viii], siendo necesario en
algunos casos la construcción de nuevos asentamientos y en otros su
reconstrucción casi total. En el año 1947 deja de trabajar en Regiones
Devastadas[ix] regresando
a Asturias, viviendo dos años en Oviedo para volver, finalmente, a su villa
natal, Cangas del Narcea, dónde realiza su primera obra al inicio de los años
50 del pasado siglo, inaugurando dos décadas muy fértiles desde el punto de
vista creativo. A partir del inicio de los años 70 y salvo alguna obra aislada
delega su estudio en colaboradores, perdiendo el interés que se encuentra en
sus proyectos precedentes, limitándose a realizar una correcta arquitectura
comercial. Fallece en el año 1995, habiendo trabajado hasta el último momento.
Gómez del Collado fue un arquitecto muy dotado para el trabajo plástico,
como así lo exponen los arquitectos asturianos Fernando Nanclares y Nieves Ruiz
en su reciente libro “Lo moderno de
nuevo, Arquitectura en Asturias, 1950-1965”, quienes se refieren a él comentando que en este
campo “…llega a un nivel emocionante en la obra de José Gómez de
Collado, arquitecto que, aislado en su exilio de Cangas del Narcea, villa del
occidente asturiano, desarrolla una obra personal y admirable basada en su
capacidad artística y muy apoyada en una notable preparación técnica. Es éste
un personaje poco reconocido hasta ahora, que seduce y conmueve a quien se
enfrenta a su obra” [x].
Incluso, comentan Nanclares y Ruiz “en
algunos trabajos singulares…consigue crear arquitectura a partir de imágenes
inspiradas en artistas de la vanguardia abstracta”[xi].
Así en algunas de sus obras compone los huecos y volúmenes de fachada como si de un cuadro se tratase, como sucede en el caso de las viviendas de Av. de América, 43, de Pola de Allande (1958).
De la misma manera que el caso de la vivienda polesa en otra vivienda unifamiliar realizada en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958), las referencias a Ben Nicholson[xii] son evidentes.
Viv. en Av.de América, 43 |
Así en algunas de sus obras compone los huecos y volúmenes de fachada como si de un cuadro se tratase, como sucede en el caso de las viviendas de Av. de América, 43, de Pola de Allande (1958).
Vivienda en Pola de Allande |
Cuadro de Ben Nicholson (hacia 1940) |
De la misma manera que el caso de la vivienda polesa en otra vivienda unifamiliar realizada en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958), las referencias a Ben Nicholson[xii] son evidentes.
Vivienda en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958) |
Two forms (Ben Nicholson) |
Hotel Truita, C. del Narcea (1953) |
Constelaciones, Hans Arp (1960) |
Casa Morodo (1958) |
Interior casa Morodo |
Mesitas - expositor de casa Morodo |
Mesitas-expositor de casa Morodo |
Formas ameboides utilizadas como expositor en casa Morodo |
En este local intervino también en el diseño de un mueble expositor que
ocupa la totalidad de una pared y que, distribuido en tres niveles, se acerca
al potencial comprador con un perfil facetado cóncavo conformando un plano
quebrado que abraza el espacio. Originalmente con puertas batientes de vidrio y
bastidores de madera, en la actualidad éstas han desaparecido, manteniéndose la
estructura interna del expositor. Sin duda, la percepción del local sería muy distinta
sin este expositor, ya que envuelve al observador y facilita la visión del
material expuesto.
Interior de casa Morodo (foto cedida por la familia) |
Suyos también eran el resto de muebles, incluido el largo mostrador,
pintados en colores planos que, al igual que las pequeñas mesitas de
exposición, ocultaban las vetas de las maderas nobles que fueron utilizadas
para su construcción[xvii],
destacando la pieza curva que permitía el giro del mostrador, con partes de
vidrio tanto superior como frontalmente y apoyos metálico en forma de V. La
utilización de colores planos sobre maderas de calidad refleja el deseo de
ofrecer una imagen que rompiera con la tradición local donde un gran número de
carpinterías trabajaban primorosamente mobiliario de roble y castaño. Ese deseo
de ruptura con la tradición y la apuesta por lo moderno era, también, lo que
llevaba a utilizar formas poco usuales tomadas del mundo del arte en el diseño
de muebles y pavimentos.
Fachada con acceso casa Morodo. En la entrada el pavimento homenajea a Jean Arp |
Al igual que sucedió en Casa Morodo el protagonismo que en varios de los
locales comerciales tomó el mobiliario fue especialmente significativo cuando
abordó negocios relacionados con la hostelería, siendo el elemento de la barra
de varias cafeterías lo que las diferenció de su competencia debido a su
singularidad. Tienen especial interés la pastelería-cafetería Formentor de
principios de los años 60 (hoy desaparecida), la zona de cafetería de la Sala de fiestas El Club del
año 1968 (permanece el local pero las sucesivas concesiones han ido alterando
sustancialmente el proyecto original, no quedando más que los muros exteriores
respecto de la obra original), así como la cafetería-restaurante Riesco (1968),
que ha llegado hasta nuestros días con mínimos cambios.
En todas ellas se
disponía una barra doble, en forma de U, con un espacio de circulación para la
persona que tenía que atenderla inferior al metro de ancho (en el caso de
Formentor la barra acabó dando nombre al negocio, conociéndose popularmente
como “la herradura”, algo que el propio Gómez del Collado recogió en un papel
comercial que diseñó para el negocio).
Papel comercial de la cafetería Formentor |
. El eje de la barra establecía la diferencia entre dos partes bien diferenciadas, por un lado las personas que estaban sentadas, donde existía un doble mostrador y aquellas otras que estaban de pie situadas en el lado opuesto. Por la zona interior de esta parte se disponía otra bandeja para uso exclusivo del personal del local, donde se colocaban las bebidas a ofrecer a los clientes, evitando así tener que recurrir a la solución de una barra colgada que repitiese la forma de la principal.
Barra del bar Riesco |
Barra del bar Riesco |
Barra y taburetes del bar Riesco |
Planta del bar Riesco |
En la sala de baile El Club, situado en la
Calle Dos Amigos de la villa canguesa,
realizada en el año 1968, se repitió el mismo esquema de barra en la planta
baja, donde se situaba la cafetería. Una ventaja que tenía esta disposición
frente a otros modelos era que con pocos camareros se podía atender a un
considerable número de personas, ya que bastaba un giro de aquellos para
atender a los clientes del otro lado de la barra. Curiosamente, y al igual que
sucedía en el Hotel Truita, este local era propiedad del arquitecto, lo que le ofreció
la posibilidad de proyectar con mayor libertad a la hora de proponer innovaciones
en una tipología de local que nacía en esos momentos.
Planta baja Sala de baile El Club |
Planta alta Sala de baile El Club |
En la planta alta, donde
se disponía la pista de baile se situaban perimetralmente dos bandas de mesas y
sillas con distinta altura dependiendo de su cercanía a la pista.
Vista interior de la Sala de Baile El Club |
Vista interior del mismo espacio que la foto anterior tras la reforma realizada en los años 70 |
Respondía su
diseño a modelos que bebían de la silla Superleggera[xviii]
del año 1957 del arquitecto Gio Ponti[xix],
siendo realizadas en las carpinterías locales con diseño del arquitecto
cangués. El paso del tiempo hizo que la sala de baile pasara a ser discoteca
siendo sustituido el ligero y frágil mobiliario de madera[xx] por
otro resuelto con tubo metálico pintado en negro, realizándose taburetes cuyo
asiento adoptaba una forma casi cuadrada y bancos cuyo asiento tenía una
proporción de doble cuadrado, ambos tapizados en terciopelo rojo, así como
mesas cuyo sobre se había resuelto con piezas de gres también de tono rojo. Las
referencias en las que se podrían encuadrar estas piezas serían los muebles de
tubo de acero proyectados por los arquitectos del Movimiento Moderno, aunque la
construcción artesanal de los mismos obligaba a realizar diseños que buscaban
la austeridad formal y un coste mínimo al ser el número de piezas que se
utilizaron en este local superior a las 200 unidades.
Los muebles de madera del
Club se habían utilizado también en una versión policromada para el bar Pénjamo
Nuevo (1956), intentando mantener el juego de diagonales y color que se había realizado en su portada (hoy desaparecida), que según Nanclares y Ruíz: "...era un ejercicio de referencias al cubismo y
al arte pop.
Marquesina Penjamo Nuevo |
Su reducida portada, coronada con una marquesina rampante
descompuesta en un diedro colorista de azulejos, se presentaba en la plaza
tradicional como un estimulante reclamo plástico”[xxi].
Croquis planta droguería Dupont |
En otro establecimiento en el que la barra es protagonista es la Cafetería Julter.
Realizada en los primeros años 60 se debía responder a un angosto local de una
gran longitud que el arquitecto cangués resuelve con gran profesionalidad.
Elimina el muro de mampostería de fachada colocando una viga metálica que cubre
la totalidad del vano al igual que había hecho en el caso de Morodo y crea una
pequeña terraza con dos murales en los que hace un homenaje a Mondrian, algo
que será motivo de diseño de todo el bar (siendo llamado como Bar Mondrian en
los croquis de estudio previos a la obra). La creación de la terraza y el
desplazamiento del cierre unos metros hacia el interior provocan que la
percepción del local no se perciba con la proporción inicial, utilizando algún
otro truco visual que juega con la perspectiva que se ofrece desde la entrada.
Así el techo no se mantiene continuo, sino que se rompe en varios módulos,
realizando unos dientes de sierra que le permiten colocar una luz indirecta en
cada uno de los escalonamientos. Cada uno de estos planos llevaba un despiece,
e incluso una textura diferente, que quedaba potenciado con los fuertes colores
que hacían referencia al pintor holandés. La barra por su lado tampoco se hizo
continua, rompiéndola en tres distintas con diferentes alturas, una central
para servicio de camareros, otra más cercana a la calle para personas que estuvieran
de pie y, finalmente, otra más baja situada al fondo del local, para aquellos
clientes que desearan sentarse. Se diferenciaron tanto en la altura como en el
color y los materiales, teniendo la central revestimiento de madera en su
frente, aunque no en su mostrador, realizado en formica blanca. Ésta se
entendía como un volumen cerrado, como una caja, frente a las otras dos, muy
livianas, apoyadas en tubos de aluminio en su color de sección cuadrada y
mostradores de formica de colores rojo y azul. Aunque todavía sigue abierto, el
bar ha perdido la magia inicial, distando mucho la imagen actual de la
proyectada por Gómez del Collado.
Croquis de estudio de la Cafetería Julter |
En los bocetos que realizó para un albergue en el Puerto de Leitariegos
(no tienen fecha que permita datarlos, aunque se estima que pueden ser de
finales de la década de los 60) la colocación de una gran chimenea funcionaba
como un tótem ceremonial en torno al cual se disponían de forma radial[xxii]
los sillones que permitirían disfrutar del calor que aquella generaría.
Bocetos albergue en el Puerto de Leitariegos |
Croquis del salón con chimenea central en el estudio para albergue en Leitariegos |
En la Joyería Berlín
(1962), situada en la Calle Mayor
de la villa del Narcea se pierden las referencias a la obra de artistas
plásticos, siendo sustituidas en este caso por referencias industriales. La
operación es similar a otras intervenciones realizadas en edificios existentes
con muros de carga como elementos estructurales. Se eliminan estos en fachada y
se sustituyen por vidrio en la práctica totalidad de la fachada. Debido a la
estrechez del lugar donde se sitúa el local se retrasa la línea de fachada para
crear un soportal que permita la contemplación de los objetos expuestos sin
interferir en la circulación de la calle. Evitando mármoles o granitos,
materiales habituales en este tipo de negocios para resolver sus fachadas, se
crea un cajón abocinado que se forra con chapa de aluminio similar a la
utilizada en los trenes Talgo, máximo exponente del avance tecnológico y de la
modernidad en aquellos años, consiguiendo un efecto de cofre brillante muy
adecuado para el fin del negocio.
Fachada Joyería Berlín (1962) |
Mueble expositor de la joyería Berlín (1962) |
Mueble expositor de la Joyería Berlín (1962) |
Detalle del mueble expositor ) |
Se resuelve el acceso con una puerta de vidrio securit central colocada entre dos vitrinas realizadas con vidrio de seguridad y madera, realizando el ángulo del escaparate sin ningún tipo de perfilería. En el interior vitrinas resueltas de la misma forma que los escaparates ocupan ambos lados del negocio, así como las dos esquinas opuestas a la entrada. En contraste con ellas y jugando con el pavimento de terrazo pulido negro y la fachada metálica se disponen tres pequeños mostradores realizados en madera lacada negra, apoyados sobre una ligera estructura metálica formada por tubos de sección cuadrada pintados también de negro sobre la que reposan prismas cuyos lados más largos están formados por planos de vidrio (mostrador, frente y posterior), siendo los más cortos opacos. La unión entre el vidrio y la parte de madera lacada se resuelve con unas tiras de aluminio similar al material de fachada, cuidando especialmente los detalles de uniones entre materiales, lo que le da al conjunto una sensación de precisión y lujo, características propias de un negocio de joyería-relojería. En la actualidad expositores ajenos a la intervención inicial desvirtúan ligeramente el aspecto general del local, aunque hay que decir que el negocio se ha mantenido con mínimos cambios.
Aparte de su labor como proyectista se ha podido constatar que intervino
en la elección de mobiliario en otras obras, como es el caso del Hogar San José
(1961), también realizado en Cangas del Narcea, edificio que en su origen tenía
referencias de la obra de los arquitectos austriacos Rudolf Schindler[xxiii] y
Richard Neutra[xxiv], y en el que se
utilizaron unas sillas de estructura metálica de tubo circular pintada en negro
e hilos de plástico. Similar sistema constructivo se utilizaría también en el
mobiliario de la cafetería Amador (1964), donde todavía hoy existen percheros y
mesas con similares materiales. Recuerdan en su formalización a las sillas
Parábola (1953) de Luis M. Feduchi y Javier Feduchi[xxv],
realizadas con estructura de tubo, con asiento y respaldo de cuerda o fibras de
plástico. No se tiene la seguridad de si fueron muebles comprados o realizados
en taller, pero atendiendo a lo difícil que era en esos momentos adquirir
mobiliario de productoras internacionales todo apunta a que se pudieran haber
realizado en algún taller local.
Sillas del hogar San José (1961) |
Perchero cafetería Amador (1964) |
Posteriores en el tiempo a estas obras se han
encontrado en el estudio del arquitecto facturas de un taller que realizó
muebles metálicos en el año 1972 para una obra del arquitecto, en concreto
sillas y sillones para el bar Azul situado en la C/ Díaz Penedela, 1, de Cangas del Narcea,
disponiéndose de croquis de trabajo de uno de los sillones, donde se puede
apreciar una estructura metálica pintada en negro y cojines y reposabrazos
tapizados en azul.
Croquis sillón Bar Azul (1972) |
Factura mobiliario Bar Azul (1972) |
También merece ser mencionada la vivienda realizada en Caboalles de Abajo, Villablino, León, (1958) donde la separación existente entre cocina y estar se resuelve con una mampara de madera y vidrio en la que se disponen tanto la puerta de acceso como ventanas en guillotina para facilitar el paso de los alimentos y otras basculantes que facilitan la ventilación.
Vivienda en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958) |
Vivienda en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958) |
Vivienda en Caboalles de Abajo, Villablino, León (1958) |
La
pregunta que se realizó al inicio aparece de nuevo y nos interroga sobre como
debería definirse, si como mobiliario o como arquitectura, al no ser una
separación al uso y resolver con su diseño varios problemas que, difícilmente,
un tabique podría hacer. En opinión de quien redacta estas líneas la intención
es totalmente arquitectónica, y aunque su materialización pueda leerse como un
mueble su concepción supera ese límite, al interactuar con los espacios que la
rodean y convertirse en una pieza dinámica de la vivienda.
Si hasta ahora el análisis se ha centrado en los muebles como entidad
arquitectónica se va a analizar a partir de ahora como el contenedor, la
“cáscara” en palabras de Gómez del Collado puede constituirse como un elemento
que permita generar con un limitado número de piezas y con el mismo criterio
una vivienda unifamiliar o un rascacielos, permitiendo, además una flexibilidad
de uso como si se estuviera hablando de muebles. El interés por la
prefabricación y la estandarización llevaron al arquitecto al desarrollo de un
estudio que analizaba y desarrollaba estos temas, conocido como sistema PANAL[xxvi].
En el mismo se preveían las necesidades de almacenamiento de cada pieza, fuera
habitación, cocina o salón, realizándose la totalidad de divisiones interiores
y mobiliario integrado con módulos montados en seco, sin necesidad de utilizar
ladrillos y cemento. La preocupación por la prefabricación de Gómez del Collado
no era un hecho aislado, sino que era uno de los problemas que los arquitectos
del Movimiento Moderno intentaron resolver. Así Le Corbusier desarrolló una
célula de vivienda económica repetible en serie, que fue el germen del sistema
constructivo conocido como DOM-INO. En España la prefabricación fue un proceso
que comenzó tímidamente a desarrollarse tras la guerra civil. Pedro Muguruza[xxvii],
Arquitecto Jefe de la
Dirección General de Arquitectura propuso en el Plan de
Resurgimiento Nacional de 1940 la necesidad de fabricar en serie multitud de
elementos para usar en grandes cantidades[xxviii]
de cara a construir miles de viviendas que eran necesarias. En el año 1953
Rafael de la Hoz[xxix], junto a Jose María
García de Paredes[xxx], aprovecharon la
membrana ondulada de hormigón, conocida como “sistema Ciesiphon”, para definir
viviendas de apenas 34 m2[xxxi],
algo que quedó en prototipo, manteniendo las inmobiliarias sus viejos hábitos
de construcción. A pesar de ello, cada vez se veía más claro que era necesario
un nuevo sistema de construcción que permitiese en poco tiempo cubrir la gran
demanda[xxxii]
de vivienda que se estaba necesitando con unos estándares mínimos de calidad y
a un precio económico. El Instituto Nacional de la Vivienda promovió
concursos y desarrolló diversos planes de construcción de viviendas en busca de
paliar la situación deficitaria de las mismas, tratando siempre de optimizar
costes y plazos de ejecución. En ocasiones cedió patentes de sistemas
constructivos realizadas para concursos que él mismo convocó[xxxiii].
Uno de los primeros arquitectos que propuso un sistema totalmente prefabricado
(conocido como MIT) fue el arquitecto asturiano Ignacio Álvarez Castelao[xxxiv],
aplicado en un conjunto de viviendas experimentales realizadas en Madrid entre
1956-58.
La propuesta de Gómez del Collado no fue una creación ex novo, sino que
tras analizar diversos sistemas existentes redefinió parte de algunos con
patentes alemanes y suecas, escogiendo los que le encajaban más con sus
necesidades de proyecto. Ninguno de los sistemas europeos se podía encontrar en
un país inmerso en una autarquía que hacía muy difícil, por no decir imposible,
la utilización de los mismos, por lo que creyó conveniente desarrollar uno
propio que se pudiera ofrecer aquí, buscando el poder ofertarlo desde un uso
masivo en grandes promociones hasta otro más puntual para promotores
particulares.
En el capítulo III del documento donde se desarrolla PANAL[xxxv]
Gómez del Collado define la marca y establece, al igual que Le Corbusier, una
analogía entre la vivienda y el automóvil[xxxvi],
haciendo hincapié en la importancia de lo ofrecido como “producto” único,
diferenciado de otros que pudieran estar en el mercado, haciendo ver que salvo
unas pequeñas adaptaciones que se pudieran realizar no se admitirían otros
cambios. Si el usuario
no aceptaba la vivienda propuesta por el sistema PANAL debería buscar en el
mercado otra que le interesase más, al igual que cualquier producto de consumo.
En otro punto del mismo documento, “Aprender
a vivir como a conducir”, hablaba de las diferencias entre las viviendas
donde convivían varias generaciones de la misma familia. Recogió en él
conceptos como el de la “casa mínima”, tan utilizado e investigado por
urbanistas, arquitectos e historiadores desde principios del siglo XX,
apostando por ésta siempre que fuera un lugar que garantizara la intimidad, el
aislamiento y, algo importante, estuviera mecanizada. Apuesta, al igual que las
ideas de Le Corbusier por amplias zonas comunes donde la gente se sociabilizaría,
con lugares dedicados al ocio, a la cultura, al comercio o a la religión. En
este punto hay cierta radicalidad en el planteamiento ya que afirma que este
espacio común[xxxvii] supliría el de los salones
de las viviendas, que según Gómez del Collado no se usaban[xxxviii].
Señalar que en las propuestas urbanísticas que realizó con el sistema PANAL
(Pinto o Tres Cantos en Madrid entre otros) se puede apreciar como este
comentario se plasma en los planos, dotando a las urbanizaciones propuestas de esos
servicios comunes que explicaba en el anterior punto.
Variantes de vivienda en el sistema Panal |
Variantes de vivienda en el sistema Panal |
Avanzando en el documento, en el punto “Serie belleza y fantasía”, comenta
como:
“La función del
arquitecto no es la de adornar estructuras realizadas por otros, sino que debe
crear con piezas fabricadas por otros espacios para vivir, pensando volúmenes y
espacios. Señala como la arquitectura de PANAL es una arquitectura sin fachadas.
Éstas estarán formadas por la retícula estructural necesaria y el resto serán
paños de vidrio, introduciendo el paisaje en la casa. El no tener fachadas no
impide que no haya una adaptación climática, recogiendo el plano de vidrio de
la línea de la fachada unos metros atrás y ofreciendo unas zonas de terraza
amplias que se puedan utilizar y no sean pequeños cajones adosados a la fachada
de la casa”.
Hablando de los regionalismos lícitos e ilícitos, comenta como de los
primeros se puede aprender e, incluso, reinterpretar y utilizar en determinados
proyectos, despreciando los segundos por caer en la repetición mimética y fuera
de contexto de modelos ajenos a un lugar o a un tiempo[xxxix].
En cuanto a la forma, explica el arquitecto:
“La forma interior o sea la
“distribución” es función de la agrupación y aislamiento de la zona íntima
(dormitorios y servicios), de la mayor diafanidad y dimensión conjunta de la
zona común, para el mejor uso (y lucimiento) de las pocas cosas necesarias para
alhajarla y equiparla; y su funcionamiento responde también a respetables ideas
de los usuarios, como por ejemplo “yo quiero en invierno cenar en la cocina”
compatibles con que esta sea un laboratorio de alimentos y el comedor forme
parte de un estudio-salón de estar. Un simple plegable lo hace posible,
plegable que puede con un giro de 90 grados crear un dormitorio auxiliar para
forastero. Estos principios de remodelación o adaptación a circunstancias
cambiantes son posibles con la estructura en caja lisa por dentro, sin apoyos
interiores y tienen un futuro interesantísimo con paneles móviles prefabricados
para distribución interior. Las casas japonesas nos pueden decir que esto es
más milenario que revolucionario…”.
Refiriéndose a las medidas comenta:
“La cáscara PANAL tiene el máximo
fondo para una adecuada construcción y defensa térmica compatible con la
correcta iluminación por las dos cabezas totalmente acristaladas, o sea 10 m; tiene la menor anchura
posible para conseguir un forjado manejable y barato y sin apoyos intermedios[xl], o sea 6,50 m; y tiene la menor
altura posible para moldes de muro y piezas de tabique compatible con el modulo
hombre, o sea 2,30 m.
PANAL, que es una casa utilitaria, como el Volkswagen, de 10 m2 por persona en cáscaras
para familias corrientes de seis personas, o sea, 60 m2 por vivienda, puede remodelarse
para cualquier caso”.
Viviendas en C. del Narcea |
La versatilidad del sistema era uno de sus puntos fuertes, la necesidad de conseguir financiación el punto débil que evitó que lo plasmado en el documento que desarrollaba el sistema se pudiera llevar a efecto. Aún hoy en día la prefabricación sigue siendo reclamada como un método que permitiría abaratar costes en los procesos constructivos y ahorrar tiempo en la ejecución, pero la inercia adquirida por el sector hace difícil cambiar los sistemas utilizados de momento. Es importante reseñar como a partir de unos elementos estructurales fijos el resto de elementos podría alterarse en función del número de integrantes de la familia, algo que dota de gran flexibilidad de uso. En la actualidad esta propuesta sería mejor aceptada que en el momento en el que se formuló, ya que responde a las demandas que en hoy en día se piden a las viviendas, permitiendo superar distribuciones que el mercado ha estandarizado y que ya se encuentran obsoletas.
Muebles que tienen entidad arquitectónica y
arquitectura que se hace flexible como el mobiliario, haz y envés de una misma
manera de entender la arquitectura, la que pensó y construyó José Gómez del
Collado, un arquitecto heterogéneo, singular, que bebió del mundo de la plástica,
pero que también reconoció en los procesos y materiales industriales una fuente
de inspiración, alguien que tenía una visión amplia, casi universal, que le
permitió pensar un sistema de prefabricación para aplicar en cualquier parte
del mundo y que, sin embargo, realizó la mayor parte de su obra en el entorno
próximo a su lugar de nacimiento. Distintas formas de entender y proponer la
arquitectura pasadas por el crisol de un creador, cuyas mejores obras siguen
con una frescura y una modernidad que para sí quisieran muchas propuestas
actuales, cuyas mejores virtudes radican en dar respuestas a la moda, algo que
el tiempo cambia con demasiada rapidez.
[i] PUERTO ÁLVAREZ, Jose Ramón, “Jose Gómez del Collado”,
en “Artistas Asturianos, Arquitectos, Tomo XI”, Oviedo, Hércules Astur de
Ediciones, 2013, pp 230-261.
[ii] LE CORBUSIER, apodo de Charles
Edouard Jeanneret (La Chaux
de Fonds, Suiza, 1887 – Cap Martin, Francia, 1965). Arquitecto, pintor y
urbanista. Fue uno de los precursores del Racionalismo en arquitectura,
llegando a definir a la vivienda como una máquina para vivir. Este concepto era
consecuencia de su fascinación por el mundo de la industria y especialmente por
la producción en serie de aviones y automóviles, productos industriales que
dejaron de ser meras curiosidades y comenzaron a tener una gran aceptación en
la sociedad de los años 20 del siglo pasado. La estandarización y el uso de
elementos prefabricados fueron campos en los que trabajó el arquitecto suizo,
quien dotado de un gran sentido plástico ofreció a lo largo de toda su
trayectoria profesional obras maestras de la arquitectura moderna, como fueron la Villa Savoya, cerca de París,
la capilla de Ronchamp, el monasterio de la Tourette, cercano a Lyon o la ciudad de
Chandigarh en India.
[iii] La 28ª Brigada, conocida como Stajanov, estaba incluida dentro del 5º
Regimiento y realizaba funciones de logística, dotando de municiones y
pertrechos de guerra al ejercito
[iv] Parece que fue Florencia la ciudad
que acogió al arquitecto cangués en su etapa italiana. Esa estancia le hizo
conocer de primera mano la obra de los racionalistas italianos, Terragni,
Micchelucci, Libera, Moretti, quienes tuvieron una influencia directa en las
obras realizadas tras su vuelta a Asturias.
[v] Dependiente del Ministerio de la Gobernación bajo el
mando de Moreno Torres. Este organismo junto con el de la Dirección General de Arquitectura (DGA) que quedó bajo
la responsabilidad de Pedro Muguruza, sería el encargado de la reconstrucción
del país, en especial de aquellas regiones y territorios que habían resultado
significativamente dañados por la contienda
[vi]
La
primera Gran Exposición Antológica se realiza en mayo de 1940 en la Biblioteca Nacional,
pasando a convertirse posteriormente en itinerante para que la actuación de
Regiones se conociese en España. Estas exposiciones se realizaron con gran
derroche de medios que contrastaba con la carencia de lo más elemental que
sufría el país en la posguerra. Se confeccionaron enormes y costosas maquetas
que fueron transportadas por toda España, buscando ensalzar la actividad del
nuevo gobierno frente a la “barbarie roja” que la produjo.
[vii] La revista Reconstrucción[vii] sería
el medio de difusión de las actuaciones que se iban realizando o proyectando,
llegándose a publicar 133 números, convirtiéndose en un útil instrumento de
propaganda al ser los artículos presentados cantos laudatorios a la labor
reconstructora franquista, siendo catalizadores de las utopías urbanas del
nuevo régimen. Los arquitectos que trabajaban en la Dirección eran los
redactores de la revista, siendo los artículos pequeñas memorias de trabajo
donde daban a conocer los pormenores de
los mismos. Además de los textos alusivos a la recuperación de lugares
específicos, la revista contaba con algunas secciones fijas que normalmente se
localizaban en la parte final de la misma. Estas secciones eran el
“Noticiario”, donde se informaba de las
novedades acaecidas en el terreno de la reconstrucción urbanística y de
las que se daba una información ampliada en el número siguiente, el “Boletín
Legislativo” y los llamados “Detalles Constructivos”. En ocasiones también se
incluía un artículo donde se informaba de manera regular de las exposiciones
que la DGRDR
organizaba en determinados puntos de la península, informando del estado de las
obras a nivel general y del los proyectos a realizar en un futuro cercano.
[viii] Se llegó incluso a adoptar para
aquellas regiones con una destrucción superior al 75 % la figura especial de “adoptadas por el Caudillo Franco”,
gozando de ciertos privilegios de cara al desarrollo de los proyectos previstos
para las mismas. En Madrid localidades como Brunete o Villanueva de la Cañada, entre otras,
quedaron consideradas de esta forma; en el caso asturiano poblaciones como La Foz, Oviedo, Pendones y Tarna
gozaron de la misma calificación.
[ix] De esta etapa destacar la amistad
que estableció con el arquitecto Rafael Aburto, coautor junto a Francisco de
Asís Cabrero de la Casa
Sindical (1949) situado en el Paseo del Prado de Madrid y
arquitecto también de la
Obra Sindical del Hogar. Son muchos los historiadores de la
arquitectura que han valorado la Casa
Sindical de Aburto y Cabrero como el primer edificio moderno
del régimen franquista
[x] NANCLARES, Fernando y RUIZ, Nieves,
Lo moderno de nuevo, Arquitectura en
Asturias, 1950-1965, Madrid, Editorial La micro, 2014, pag. 21.
[xi] NANCLARES, Fernando y RUIZ, Nieves,
Lo moderno de nuevo, Arquitectura en
Asturias, 1950-1965, Madrid, Editorial La micro, 2014, pag. 125.
[xii] NICHOLSON, Ben, (Denham, Buckinghamshire 1894, Hampstead
1982), pintor ingles, la influencia de la obra de Mondrian en su trabajo está
muy marcada, introduciendo otros elementos geométricos en sus composiciones
como el círculo. Sus relieves geométricos son de una gran calidad plástica.
[xiii] El autor de este artículo pudo
visitar dicho hotel en el periodo en el que ya estaba cerrado al público, pero
que todavía mantenía el mobiliario intacto. La esposa del arquitecto me
confirmó que su marido había diseñado el mobiliario interior del hotel.
[xiv] RIETVELD, Gerrit (Utrecht 1888,
Utrecht 1964), carpintero, diseñador y arquitecto. Diseñó su celebre silla roja
y azul en el año 1918, inicialmente acabada en madera natural, acabó teniendo
los colores por los que la hicieron mundialmente famosa en el año 1924 debido a
la influencia que ejerció sobre él el movimiento De Stijl. En este mismo año
diseñó su obra arquitectónica más conocida, la casa Rietveld-Schröeder, en
Utrecht.
[xv] MONDRIAN, Piet, (Amersfoort 1872,
Nueva York 1944), pintor, miembro de De Stijl y fundador del neoplasticismo
junto con Theo van Doesburg. La parte de su obra más conocida es la que
componen cuadros de geometrías muy marcadas donde gruesas líneas negras dividen
zonas cubiertas por los colores básicos, rojo, azul y amarillo, así como el
blanco y el negro.
[xvi] ARP, Jean, nacido en Estrasburgo en
1886, en el periodo en el que este territorio era conocido como Alsacia-Lorena
tras la guerra franco-prusiana y pertenecía a Francia. Tras la primera guerra mundial
volvería a ser territorio francés, exigiéndole por ley modificar su nombre de
Hans a Jean. Falleció en Basilea en 1966. Fue uno de los máximos exponentes de
la escultura biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como
principio formativo de la realidad.
[xvii] GÓMEZ DEL COLLADO fue socio de la
empresa Muniellos que explotó el monte del mismo nombre, teniendo acceso a las
maderas de mejor calidad de las que se talaban en él. Dicha empresa sacó madera
del mismo hasta que el ICONA lo compró a inicios de los 70.
[xviii] EMERY,
Marc, “Furniture by architects, 500 International Masterpieces of
Twentieth-Century Design and where to buy them”, Nueva York, 1983, H. N.
Abrams, Inc., Japan,
p 235.
[xix] PONTI, Gio (Milán 1897- Milán 1979),
Arquitecto, diseñador industrial, pintor, fue el editor-fundador de la revista
italiana dedicada a la arquitectura y al urbanismo DOMUS.
[xx] Tras haber tenido varias reuniones
con la persona que en aquel momento llevaba el negocio parece ser que el motivo
principal del cambio del mobiliario no fue tanto debido a una búsqueda de
renovación de la imagen del negocio, sino que el de madera no resistía
especialmente bien las trifulcas que jóvenes con exceso de testosterona
producían con una cierta frecuencia.
[xxi] NANCLARES, Fernando y RUIZ, Nieves, Lo moderno de nuevo, Arquitectura en
Asturias, 1950-1965, Madrid, Editorial La micro, 2014, pag. 131.
[xxii] Esta propuesta recuerda a los muebles
realizados por el diseñador estadounidense Milo Baughman, al menos en la
disposición radial de los asientos.
[xxiii] SCHINDLER, Rudolf, (Viena 1887, Los
Ángeles 1953). Arquitecto de origen austriaco que desarrolló su obra
principalmente en el área de Los Ángeles, EEUU, y que no tuvo un gran
reconocimiento en vida, comenzando a ser reconocido su trabajo a partir de los
años 80 del pasado siglo. Se alejó de la ortodoxia del Movimiento moderno y
desarrolló una carreta personal donde cabe destacar el uso del hormigón con
potentes estructuras y una forma de entender el espacio muy singular que
anteriormente no se había producido.
[xxiv] NEUTRA, Richard (Viena 1892,
Wuppertal, Alemania 1970), al igual que Rudolph Schindler fue un arquitecto de
origen austriaco que desarrolló gran parte de su carrera en Estados Unidos.
Autor de las casas Lovell y Kaufman tuvo un gran reconocimiento popular,
llegando a ser portada de la revista Time, reconociéndole como autor de una
arquitectura elegante, contemporánea y que podía servir de modelo a
generaciones futuras.
[xxv] FEDUCHI, Luis M. (Madrid 1901-1975)
creador junto a Vicente Eced del edificio Capitol de Madrid. Durante la Guerra Civil colaboró
en la protección del patrimonio y como decorador de varias películas. Tras la
contienda, marginado por el franquismo, se dedicó a la producción de muebles,
lo que lo convertiría en un vanguardista en el diseño. En un momento en el que
la mayoría de las fábricas desarrollaban muebles inspirados en el estilo
isabelino, con diseños de estética de gusto de la dictadura, Feduchi se alejó
de los tópicos académicos del momento y su innovación posibilitó la creación de
obras como "Silla Segre" (1952) o "Silla Parábola" (1953);
y también las "Silla Goya" y "Silla Lazo". Luís y su hijo
Javier colaboraron juntos en muchos proyectos, entre éstos la decoración y
mobiliario del Hotel Castellana Hilton de Madrid. La misma relación entre Luís
y Javier se produjo entre este último y su hijo Pedro; arquitecto y también
diseñador de muebles.
[xxvi] PANAL, el sistema de prefabricación
ideado por Gómez del Collado, proponía a partir de una célula básica, que
correspondería con las necesidades de una familia, la agrupación según las
necesidades a las que hubiera que responder, pudiendo realizarse desde una
vivienda unifamiliar hasta una torre de gran número de plantas, pasando por los
bloques de 5-6 alturas que se pueden ver en nuestras ciudades y cuyo ancho
fijaría el propio solar. Las fachadas, al menos la principal, no existía como
tal, dejando un espacio de terraza continuo que se separaba de los espacios de
vivienda con un plano de cristal, lo que favorecía la luminosidad de los
espacios y el contacto con la naturaleza. Interiormente, según dice la memoria
“Panal se monta hoy con seis piezas que ya se venden en las tiendas”, todo un
canto a la prefabricación que 30 años después de la redacción del documento
todavía no ha conseguido la implantación que permitiría asegurar unos plazos de
construcción controlados y unos precios de venta aquilatados.
[xxvii] MUGURUZA ONTAÑO, Pedro (1893-1952),
arquitecto español, ocupó importantes cargos en el gobierno del general Franco
de quien se consideró su arquitecto de cabecera. Fue Director General de
Arquitectura desde donde organizó, junto con la Dirección General de Regiones Devastadas, la
reconstrucción necesaria tras la guerra civil, destacando entre sus obras
relevantes la reconstrucción de la Ciudad Universitaria
de Madrid y el Valle de los Caídos
[xxviii] Más
que una estandarización de la producción o inicio de prefabricación lo que se
buscaba era una seriación de piezas de construcción manufacturadas por
artesanos, incidiendo en formas pintorescas que ofrecieran una arquitectura de
estilo “cotidiano”.
[xxix] DE
LA HOZ ARDERIUS,
Rafael, (1924-2000), arquitecto. Estudió en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts, Estados Unidos. Es uno de los responsables de la realización de
las Normas Tecnológicas de la
Edificación del año 1971. Fue presidente de la Unión Internacional
de Arquitectos entre 1981 y 1985. Consiguió junto a Jose María García de
Paredes el Premio Nacional de Arquitectura por el Colegio Mayor Santo Tomás de
Aquino en el año 1956.
[xxx]
GARCÍA DE PAREDES, Jose María, (1924-1990), arquitecto. Casado en el año 1957
con una sobrina del compositor Manuel de Falla realizó importantes proyectos de
auditorios (Granada, Madrid, Valencia, Cuenca). Premio Nacional de Arquitectura
en el año 1956 junto a Rafael de la
Hoz por el Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino.
[xxxi] SAMBRICIO,
Carlos. Madrid, vivienda y urbanismo:
1900-1960. Madrid, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2004
[xxxii]
En el año 1957 se llegó a publicar un Decreto por el cual se prohibía la
entrada en Madrid a las familias que no contasen con vivienda, devolviendo la
policía en las estaciones de ferrocarril al lugar de origen a quien no tuviese
domicilio. Lo sucedido en las estaciones también ocurría en las carreteras de
acceso donde la guardia civil obligaba a dar media vuelta a quien llegaba
caminando en idéntica situación. Llegó a haber un mercadeo importante de
parcelas de superficie mínima para autoconstruir chabolas que permitieran tener
un techo donde cobijarse.
[xxxiii] De
destacar el Concurso de Viviendas experimentales del año 1956 donde se promovía
el mayor nivel de prefabricación posible que fuera rentable en España en
aquella época.
[xxxiv]
ÁLVAREZ CASTELAO, Ignacio, Arquitecto nacido en Cangas del Narcea en 1910 y
fallecido en 1981. Realizó estudios de Ingeniería de Caminos y de Arquitectura.
Se le incluye en la denominada “generación de 1939”: grupo de arquitectos
asturianos de la primera mitad del siglo XX, caracterizados por su estilo
moderno. Sus trabajos se caracterizarán por servirse de las nuevas tecnologías,
llegando a patentar un forjado cerámico en 1942, o una malla conocida como nudo
Castelao, empleada para cubrir la estación de servicio de la Tenderina en Oviedo en
1958. Tenía parentesco de segundo grado con Gómez del Collado.
[xxxv] El
documento que desarrolla el sistema PANAL le permitió conseguir a Gómez del
Collado el título de Doctor en Arquitectura. Aunque no se ha encontrado fechada
ninguna de las copias consultadas se estima que se terminó la redacción del
mismo en el año 1961.
[xxxvi] De la memoria del sistema PANAL: “Lo mismo que una
marca de automóvil es un sistema patentado de montar siempre los mismos
pistones, engranajes y cables, una marca de casa es un sistema patentado de
montar siempre las mismas viguetas, puertas y tuberías, y así, como una fábrica
hace sólo una marca de automóviles que sirve para casi todo el mundo, el
Volkswagen, nosotros hacemos solamente la “marca Panal”, que es el Volkswagen
de las casas porque también sirve para casi todo el mundo. El que quiera una
casa como un Cadillac o un Biscuter tendrá que ir a otra tienda…”
[xxxvii] Las
ideas que plantea Gómez del Collado recogidas de Le Corbusier, llevan a las
propuestas de la Rusia
pos-revolucionaria, donde grupos como el OCA postulan la arquitectura como
condensador social realizando proyectos de clubes obreros o casas comuna donde
aparecen ideas similares a las propuestas en el documento de PANAL.
[xxxviii]
De la memoria del sistema PANAL:“…Una familia que se forma, crece y deshace en
una generación necesita una vivienda distinta de la casa patriarcal que
albergaba matrimonios de tres generaciones. Hay que aprender a vivir en un
espacio particular mínimo para poder disponer de un espacio común máximo, un
espacio particular mínimo para comer, reposar y conservar la intimidad, espacio
reducido, pero aislado, silencioso, mecanizado y un espacio común máximo de
“prolongación de la vivienda” para su sociabilidad, para religión, guardería,
club, deporte, sanidad, suministro. Estos espacios comunes de uso colectivo,
continuo y simultáneo se harán a cambio de suprimir los salones particulares
usados por turno y de Pascuas a Ramos. Tratamos aquí de una marca de espacio
particular mínimo que es “una marca de casa” y de aprender a vivir en él.”
[xxxix] De
la memoria de PANAL: “…El arquitecto no
debe adornar como un confitero cosas creadas por otros. Crea, con piezas
fabricadas por otros, espacios para vivir y los agrupa creando volúmenes y
espacios… y los agrupa creando volúmenes y dispone estos mediante juegos de
espacios, luces y paisaje. Quitar las fachadas y meter el paisaje en la casa a
través de lunas es nuestra concepción espacial básica y es compatible con la
adaptación climática y espiritual con el reflejo de hábitos de vida
particulares, incluso con tradiciones regionales respetables en su esencia y no
en su simple forma externa. Alzarse sobre suelos húmedos, forzar el color entre
brumas, aumentar el embudo de las terrazas contra el gran soleamiento, crear
espacios diáfanos o recoletos, verticalidad, horizontalidad, etc., son regionalismos
lícitos, así como las molduras y pirindolos son regionalismos ilícitos. La
enfermedad internacional de pretender reproducir en pequeño las espléndidas
masías, cortijos o palacios de otras épocas conduce a lamentables caricaturas.”
[xl] Es importante señalar que se apunta que el sistema
está formado por una estructura laminar, no habla de un sistema de columnas o
pilares (los pilotes de Le Corbusier), habla de láminas, de planos, unos
verticales para soportar los empujes verticales y otros horizontales para
definir los suelos de cada vivienda, lo que Gómez llama las placas sustentadas.